Luego de más de un año, vuelvo a retomar este medio para comunicarme con ustedes.
Durante este tiempo he adquirido experiencia sobre discapacidad, teórica y práctica.
Desde mi modesto punto de vista, el avance sobre discapacidad ha sido muy lento.
El conocimiento de la discapacidad es tan informal, que sólo nos sirve de propaganda, pero de beneficio, nada.
He podido comprobar que muchas autoridades que trabajan el tema de discapacidad, en realidad, no lo conocen. Ni siquiera nuestras autoridades gremiales tienen un conocimiento razonable de la discapacidad.
Pido la contribución de las Universidades en el aporte científico y seriedad que necesita este tema.

jueves, 29 de septiembre de 2011

LA DISCAPACIDAD Y EL EMPLEO (Parte 1)


Abordar el problema del empleo para las personas con discapacidad implica conocer el problema del empleo de nuestro país. No existe un mercado de empleo para PCD y un mercado de empleo para los otros, por tanto la demanda de empleo tiene unos requerimientos únicos para ambos grupos.
Digo esto porque, mi experiencia, del conocimiento de la variedad de discapacidades que existen, puedo afirmar sin temor a equivocarme que la Persona con Discapacidad es capaz de realizar casi todos los trabajos, sino son todos.
Aceptado esto, podemos dar una mirada, de manera general, al problema del empleo en el Perú.
Dice el Banco Mundial (“Perú: En el umbral de una nueva era”, 2011) “En los últimos años, el crecimiento económico y la generación de empleo han aumentado considerablemente en el Perú”.
También dice: “Si bien se han registrado mejoras en el mercado laboral, hay evidencia de que la generación de empleo ha sido insuficiente y desigual, y los ingresos y la productividad laboral han crecido modestamente”
En los últimos años, nuestro país ha experimentado un crecimiento económico expectante que desgraciadamente no ido a la par del crecimiento del empleo. También es una característica que este crecimiento ha traído una gran disparidad en los niveles de ingreso.
Por otro lado el crecimiento mayor del Ingreso respecto del crecimiento del empleo implica que este no ha tenido un gran incremento de su productividad.
Pero, lo más importante es que, a pesar que existen personas desempleadas, las empresas tienen vacantes que no pueden ser cubiertas por ellas.
Este es el quid del problema: existe una gran diferencia entre lo que las empresas requieren y lo que las personas ofrecen. Por lo general, los menos favorecidos han sido los jóvenes, los de mayor edad y los no calificados, quienes tienen etapas largas de desempleo
Estos tiempos de globalización hace que los mercados se vuelvan más competitivos, por tanto, las empresas se encuentran en la búsqueda de personas con una productividad mayor, es decir, con características (Habilidades) específicas y desgraciadamente para el caso peruano, no se encuentra en las personas desempleadas.
Las habilidades que se buscan en la actualidad son de dos tipos: las genéricas y las técnicas.
Las primeras se dividen en cognitivas y no cognitivas (o blandas). Las primeras son las verbales, lectura y escritura, numéricas, capacidad de solucionar problemas. Las segundas (no cognitivas o blandas, son las socio-emocionales (autodisciplina, perseverancia, confiabilidad, trabajo en equipo). Ambas se cristalizan en lo que podemos llamar “aptitud escolar”.
Las habilidades técnicas son por ejemplo, las calificaciones técnicas, profesionales. Esta vendría a ser la “Aptitud laboral”.
Estas habilidades se van acumulando a lo largo de la vida. En algunos momentos, es determinante la heredad y la influencia del entorno.
Aquí podemos diferenciar cuatro etapas desde el punto de vista de la incidencia de las políticas públicas:
1. “Los primeros 1000 días” (La ventana de oportunidad nutricional), llamada así porque es clave la nutrición y la salud desde el embarazo hasta los dos años. Sobrevivirá el niño?, se enfermará con mucha frecuencia?, habrá experimentado un desarrollo adecuado de su cerebro que lo habilite en el aprendizaje en la escuela y a lo largo de su vida?. Las condiciones socio-económicas de la familia, el acceso a servicios básicos de calidad, conocimiento y prácticas de higiene y alimentación inciden directamente en esta etapa.
2. El Desarrollo infantil temprano (Aptitudes para la escuela). Sobre la base de un crecimiento adecuado del cerebro, la calidad del entorno de estimulación y aprendizaje en la infancia y en la edad pre-escolar consolida el desarrollo de la fase genérica (La plasticidad del cerebro disminuye con la edad). Las condiciones socio-económicas familiares, las prácticas de crianza y el acceso y la calidad de los servicios de desarrollo integral temprano incide que el niño tenga experiencias enriquecedoras que interactúen positivamente en el desarrollo de los circuitos cerebrales.
3. La escolarización básica (“Aptitudes para el aprendizaje continuo”), Las habilidades genéricas se consolidan durante esta etapa hasta los primeros años de la adultez. Las habilidades cognitivas se desarrollan hasta entrada la adolescencia y las habilidades socio-emocionales hasta entrada la adultez. Por tanto, la escolarización potencia esta capacidad a la vez que desarrolla conocimientos y herramientas para afrontar tareas. Situaciones y problemas nuevos. Nuevamente aquí incide la situación socio-económica, así como la calidad de las relaciones que el niño establece en su entorno inclusive familiar y social (incluye la escuela) y los diversos factores que influyen en la calidad educativa.
4. La educación y el aprendizaje continuo postsecundaria (Competencias para el trabajo). Sobre una base sólida de desarrollo de habilidades genéricas el desarrollo de habilidades laborales continúa con la educación terciaria, capacitación y aprendizaje en el trabajo a lo largo de la vida. Aquí depende mucho de la calidad y posibilidades de acceso a estos centros.(Banco Mundial- Obra citada)
Según un informe del MINTRA, los empleadores consideran que no hay personal competente o calificado. Profundizando, se refieren a la falta de habilidades socio-emocionales relacionadas con la ética de trabajo, la confiabilidad y otras cualidades como la capacidad de trabajo en equipo, persistencia, iniciativa y capacidad de adaptación.
Al evaluar la idoneidad, los empleadores se basan de manera abrumadora en las referencias personales e informes de antecedentes policiales, más que en el perfil educativo. De la misma manera le dan mayor peso a los años de experiencia que al nivel educativo.
En un análisis reciente, Fares y Puerto 2009, de 345 estudios de evaluación de programas de capacitación en 90 países, encuentra que en comparación con la formación únicamente en aula, los programas de capacitación de jóvenes tienen impactos positivos mucho mayores cuando se vinculan con la demandas de las empresas y se combinan con otros servicios de empleo como pasantías y apoyo en la búsqueda de trabajo.

Las habilidades cognitivas y socio-emocionales que les interesan a los empleadores y que influyen en su nivel salarial son: Amabilidad-Cooperación, Estabilidad emocional, Habilidad cognitiva general (matemáticas y lectura), Determinación-Perseverancia en el esfuerzo y Nivel educativo alcanzado.
La formación post-secundaria es la más rentable pero está sujeta a mucha variación por tipo de educación, institución y entre trabajadores.
El programa Projoven, que combina la formación en aula con pasantías, han mostrado un impacto positivo significativo.
La formación de habilidades técnicas y profesionales es la clave para aportar capital humano que requiere la economía para la adaptación e innovación tecnológica.
LA SITUACION DE LA FORMACION DEHABILIDADES EN EL PERU
1. El Perú tiene un bajo desempeño en el desarrollo de las habilidades cognitivas y socio-emocionales.
2. Este bajo desempeño empieza desde muy temprano en sus vidas.
3. Estas desventajas desde edad temprana constituyen un gran obstáculo para que ls niños lleguen a la escuela aptos para aprender.
4. La secuela del impacto de las desigualdades socio-económicas sobre el desarrollo de las habilidades genéricas también se observa en la persona adulta.