Luego de más de un año, vuelvo a retomar este medio para comunicarme con ustedes.
Durante este tiempo he adquirido experiencia sobre discapacidad, teórica y práctica.
Desde mi modesto punto de vista, el avance sobre discapacidad ha sido muy lento.
El conocimiento de la discapacidad es tan informal, que sólo nos sirve de propaganda, pero de beneficio, nada.
He podido comprobar que muchas autoridades que trabajan el tema de discapacidad, en realidad, no lo conocen. Ni siquiera nuestras autoridades gremiales tienen un conocimiento razonable de la discapacidad.
Pido la contribución de las Universidades en el aporte científico y seriedad que necesita este tema.

domingo, 2 de febrero de 2014

LA LEY DE DISCAPACIDAD 29973

Toda ley es perfectible y esta no es cosa distinta, por supuesto desde mi punto de vista. 1.- En primer lugar, la ley la han querido basar en la Convención y han exagerado en la información incluida, muchas veces al pie de la letra. La Convención no se dio para un solo país sino para todos los que firmaban, por tanto, la situación de cada uno es diferente y se han tomado los casos más extremos para abarcar todas las situaciones. Ya nuestra Constitución nos reconoce los mismos derechos, sin tal vez llegar a la especificación, que en muchos de los casos es muy conveniente. No entiendo porque en los art. 7 al 12 y luego varios más adelante, se hace una autodiscriminación cuando se dice que determinados derechos los tenemos igual que los demás. A qué demás nos referimos a los no discapacitados. Bueno, no sé de ellos, pero yo y estoy seguro que ustedes son como los demás, con algunos “golpes de la vida” pero no existe diferencia,. No entienden que el hombre no tiene un modelo único, somos una “diversidad”. Y esto no existe en la ley: EL RECONOCIMIENTO DE LA DIVERSIDAD HUMANA. 2.- En el ámbito laboral. La ley anterior otorgaba mayores incentivos a la empresa que contrataba a una PCD. La actual, los recorta. Como las cosas no se hacen por gusto, supongo que la anterior dio tan buen resultado que había que disminuirla o SUNAT considera que pierde muchos ingresos por este beneficio que obligaba a disminuirla. Me gustaría ver el trabajo del MEF y la información estadística de SUNAT que indique cuantos fueron beneficiados y cuanto perdieron. Yo los pedí y nunc me respondieron. La verdad es que yo no creo que hayan hecho ningún estudio al respecto. 3.- La ley 29973, califica tres calidades de personas con discapacidad.: La definición que se encuentra en el art. 2 de la ley (favor leerla); la que se encuentra en la sétima disposición complementaria que restringe el acceso a beneficios como el 15% de bonificación a l momento de postular a un trabajo, etc. Serían favorecidos aquellas PCD que presenten restricciones en la participación en un grado mayor o igual a 33%. Para calificar van a tomar en cuenta la deficiencia así como los factores sociales: edad, entorno familiar, situación laboral y educativa. Esto es un absurdo. No tenemos accesibilidad, y esto influye, directa y dramáticamente, en la población con discapacidad. Qué tiene que ver la edad, el entorno familiar es circunstancial. Más necesario en la niñez que en la madurez (cómo me pueden valorar a través de cómo me tratan y ayuda la familia, si mañana se mueren los padres y no queda nada). Hay profesionales que no tienen trabajo porque no se actualizaron (porque eso cuesta). No tenemos trabajo seguro. Desde mi punto de vista un completo absurdo. Para acceder a la pensión por discapacidad severa, tiene uno que encontrarse en pobreza bajo los criterios del Sistema de Focalización de Hogares (Sisfoh) y que no tenga otra pensión. El SISFOH ya demostró que es una medida inadecuada para las PCD. Yo tengo que vivir en primer piso sino me inutilizo, pues me movilizo en silla de ruedas y vivo solo. De mi sueldo sacrifico algunas cosas por pagar el alquiler. Necesito que mi casa tenga cemento en el piso o sea plano pues sino la silla no funciona y no podría resolver mis cosas. Hay muchas zonas donde las casas son de adobe, por costumbre o por el clima) y eso no los hace pobres. Me gustaría saber qué pasa si en la zona de selva hacen un techo de ladrillos. La PCD sacrifica algunas cosas para poder alcanzar un mínimo de funcionamientos que les permita alcanzar un máximo de capacidades materialmente realizables, en lo posible sin ayudas, para poder trabajar y sobrevivir. La pensión que otorgan no tiene el mismo valor en cada lugar del Perú. Hay sitios donde algunas cosas cuestan más que otras. Y no es justo que si ya tienen una pensión le nieguen la de discapacidad severa, si consideramos que ninguna cantidad de dinero nos dará los mismos
beneficios o satisfacciones. 4.- Creo que, además existe un problema de incongruencia. Por un lado se habla de un modelo social con énfasis en los Derechos Humanos y sin embargo, hacemos distinciones entre categorías de personas con discapacidad. Hablamos del modelo social, que tiene como herramienta la Clasificación Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y de la Salud (CIF) y sin embargo, en la definición del artículo 2, obviaron los facilitadores. En segunda instancia consideran que, los que tienen un 33% o más de discapacidad, serán los beneficiarios de algunas consideraciones. Aquí se asume la existencia de un baremo basado en la CIF, que ya diferiría del concepto inicial (baremo no-cif) En las Disposiciones Complementarias, nuevamente se genera una categoría de PCD, que además del 33% de discapacidad (baremo no-cif) se tamice por un baremo de pobreza muy peculiar. Existe una cuarta categoría, las personas con discapacidad severa, que será determinada por un baremo no-cif que demuestre la severidad y la pobreza será demostrada por una herramienta llamada Sistema de Focalización de Hogares (SISFOH), una herramienta diferente a la anterior. Obviamente, salvo mejor parecer. Atentamente Carlos Poma Ampuero

miércoles, 13 de noviembre de 2013

ALGO DE LA ENCUESTA

Una encuesta especializada es precisamente eso, por tanto, debieron tomar algunas precauciones como: 1. Una definición clara de Discapacidad, porque esto es lo que se va a cuantificar en la encuesta. Según el Protocolo de esta encuesta, se definió a la persona con discapacidad como “.. aquellas que tengan deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales a largo plazo que al interactuar con diversas barreras, puedan impedir su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones de los demás”. No sé cómo hayan podido determinar quién es persona con discapacidad si no existe un baremo que acondicione a nuestra realidad las distintas partes que compone la Clasificación Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y de la Salud (CIF) herramienta del modelo social reconocida por la OMS, a efectos de determinar quien es Persona con discapacidad y también su graduación. . Si se hubiese tomado el concepto amplio de discapacidad (concepto paraguas, que puede referirse a lo que llamábamos deficiencia, discapacidad o minusvalía) referido estrictamente a la deficiencia no se habría puesto la definición que figura líneas arriba. Por un lado o por el otro han cometido un error. Se define discapacidad pero se determina deficiencia. 2. Tener como base un Censo confiable. No creo que este Censo de Población y Vivienda en el Perú del 2007 sea confiable como para tomarlo de base en la construcción de la encuesta. Si se aceptan los resultados de la última encuesta debería rechazarse este Censo pues es imposible una tasa decrecimiento de las personas con discapacidad motriz de 14.6% anual. Tampoco puedo creer que la discapacidad visual sea tres veces más que la motriz, como indica el censo del 2007. 3. El encuestador debe tener un conocimiento suficiente de la discapacidad. Los encuestadores que hicieron este trabajo no tenían conocimientos de discapacidad y la capacitación sobre la identificación, en muchos casos, no es tan visible. En la experiencia de “Tumbes accesible”, el primer barrido, que lo realizaron “no médicos” tuvo resultados muy diferentes al segundo, que fue realizado por profesionales de la medicina. 4. Hay que tener presente que, por lo general, la discapacidad en una persona es a veces, invisible desde la propia identificación. También es conocido el ocultamiento de este aspecto de parte de los propios familiares la familia. Esto ya ocurrió en otras encuestas y/o censos, como el de ENDIS-2002 (Argentina). Las Recomendaciones del Grupo de Washington sobre estadísticas de la discapacidad (Naciones Unidas) a pesar de su amplia experiencia también fueron desestimadas por el CONADIS y el INEI, a pesar que Perú forma parte de ella. De todo esto, podemos llegar a la conclusión que hubo mucha negligencia de parte del INEI y el CONADIS, a pesar que todo esto lo tenían en sus manos, como lo indica la publicación “Protocolo de Investigación de la Encuesta Nacional Especializada sobre Discapacidad 2012, documento del INEI-
CONADIS de marzo 2012”

domingo, 29 de enero de 2012

SABE LO QUE ES INCLUSION SOCIAL?

Este título podrá considerarse que tiene un tinte de subestimación. Sin embargo, escucho comentarios de gente importante del Gobierno, y por supuesto del hombre de a pie, me sugieren que hay un pleno desconocimiento del tema. La Inclusión Social (a la sociedad, en todos sus campos) es un concepto que nace, en oposición al concepto de Exclusión Social, en los años 60. Los ingleses definieron la exclusión social, como la suma de situaciones de privación o pobreza que se supone son, en sí mismas, componentes y causas de esta. Son grupos sociales (personas con discapacidad, personas con opción sexual distinta, afro-descendientes, etc.) que viven al margen de ciertos beneficios que ofrece nuestra sociedad, y que, como producto de ello sufren situaciones de pobreza o privación. El Banco Mundial, en su “Perú en el umbral de una nueva era” considera que la mala alimentación y deficiente atención en salud durante los primeros 1000 días de nacido, provoca que los niños tengan poca capacidad para desarrollar habilidades. Todo esto trascenderá más tarde, aunado a una deficiente educación, en un individuo destinado a trabajos mal remunerados. Amartya Sen escribe en su “Teorías del Desarrollo”, que “algunos de los efectos del consumo social, incluidos la educación y la atención de la salud van más allá de la productividad económica y del bienestar inmediato. Por ejemplo, la educación y el empleo remunerado de las mujeres, puede incidir especialmente en la reducción de las desigualdades de género, elemento central del subdesarrollo en muchos lugares del mundo . La formación escolar (y en particular la de las mujeres) y la atención básica de la salud pueden afectar significativamente las tasas de fecundidad y mortalidad, y por lo tanto ser cruciales para el proceso de desarrollo, además de tener considerables efectos potenciales sobre el bienestar y las libertades de las personas durante su vida.” Por tanto, la Inclusión Social, se convierte en una Teoría del Desarrollo, una manera como el país, al adoptar esta política alcance mejores niveles de productividad que trascenderán en beneficio de todos sus componentes. Entonces, no podemos hablar de Gasto cuando tratamos el tema de Educación y Salud. Esto se convierte en una INVERSION que redituará grandes beneficios en los diferentes campos, incluyendo el de la ética. Ya Robert L. Metts, economista experto en temas de Discapacidad, demostró que al no permitir que las Personas con Discapacidad tengan acceso al trabajo, los países del mundo sufren cuantiosas pérdidas de productividad. Para mayor información ver “Pobreza y Discapacidad”, exposición realizada en el Banco Mundial. Un país que está buscando alcanzar niveles importantes de Desarrollo no puede permitirse dejar de dar un paso firme hacia la Educación Inclusiva (sin eliminar la Educación Especial). Esto sería una contradicción. Hay que enseñar a las autoridades, sobre todo del MEF, que los Presupuestos de Educación y Salud son Inversión y no Gasto

martes, 15 de noviembre de 2011

UNA PROPUESTA DIFERENTE Y A LA VEZ MUY SIMILAR

Desde la época de Alberto Fujimori ( Diciembre de 1998) hasta la era Alan García (Julio de 2009) se han venido dando leyes de la Persona con Discapacidad y la ley de Infracciones por incumplimiento de esta a la par de sus respectivos reglamentos. Todos ellos han tenido algo en común, y es que, realmente, ninguna ha contribuido en beneficio de para quien fue creada, la Persona con Discapacidad, sino todo lo contrario, al estar separadas las obligaciones del resto de las personas fue más fácil incumplir estas sin ir contra, por ejemplo, la Ley Laboral Peruana la Ley de Educación Peruana, etc. Y generarse un problema mayor.
Esta Ley y sus adicionales, solo ha servido para discriminarnos, para tratarnos como si fuésemos seres diferentes a los demás (sino para que emitir una ley especial para lo mismo).
Por ejemplo, En el artículo 1, establece su finalidad y a la vez indica que esta se encuentra en el art. 7 de la Constitución. Lo mismo ocurre en el art. 3.
Es cierto que nosotros necesitamos ciertos beneficios o variantes, pero no es necesario, y yo más bien diría discriminante, generar una especie de Constitución especial para nosotros, las PCD. He escuchado a una Doctora prominente decir que a la Ley de Discapacidad le falta incluir los Deberes de la PCD porque solo se encuentran incluidos sus derechos. Como ven ella ya nos está considerando diferentes pues ella cree que esta Ley es una “Constitución de la PCD”.
Debemos asumir parte de la responsabilidad de estas consecuencias por haber permitido que nuestros problemas sean resueltos con leyes con nombre propio. Les preguntaré: ¿el problema de la mujer en el Perú se trato con una ley específica y con nombre propio como ha sido para nosotros?. Qué les parecería, por ejemplo emitir una “Ley para la raza negra”, para eliminar su discriminación. Sería un absurdo. Es como discriminar para evitar la discriminación.
He escuchado comentarios de personas importantes que dicen que esto es “Discriminación Positiva”. Señores, no existe tal discriminación pues también genera una reacción negativa en la sociedad. Además, estamos olvidando el motivo real de nuestro reclamo. De una vez por todas hay que incluir el término de “Diversidad Humana” en la Constitución del Perú (Art. 3º sección d, de la Convención, que a la letra dice: “El respeto por la diferencia y la aceptación de las personas con discapacidad como parte de la diversidad y la condición humanas”)
El 30 de Diciembre de 2007, Alan García Pérez, a la sazón Presidente de la República del Perú, mediante Decreto Supremo 073-2007-RE, el 30 de Diciembre de 2007 ratifica la “Convención sobre los Derechos de la Persona con Discapacidad”. Me gustaría recordar lo que dice el Artº2 respecto de la definición de “Discriminación por motivos de Discapacidad”.
“Se entenderá cualquier distinción, exclusión o restricción por motivos de discapacidad que tenga el propósito o el efecto de obstaculizar o dejar sin reconocimiento, goce o ejercicio, en igualdad de condiciones, de todos los derechos humanos y libertades fundamentales, en los ámbitos político, económico, social, cultural, civil o de otro tipo. Incluye todas las formas de discriminación, entre ellas, la denegación de ajustes razonables”
Así pues, nos encontramos, que a partir del 30 de Diciembre de 2007, nuestro gobierno viene incumpliendo lo firmado en la Convención y reafirmado mediante Decreto Supremo.
Han hecho una distinción entre trabajo, salud, educación, etc., de las PCD y los demás; han obstaculizado o dejado sin reconocimiento al no haberse cumplido la ley; además venimos sufriendo otras formas de discriminación (los ajustes razonables).
En la Convención no existe acápite alguno donde diga que tiene que existir una Ley específica para las PCD; sólo dice que en nuestras leyes se debe contemplar todo lo establecido y aceptado al firmar la Convención.
Sería mucho más conveniente que nuestros problemas de educación se contemplen dentro de la Ley General de Educación, así como nuestros problemas laborales se contemplen en la Ley General de Trabajo, etc. Al no cumplirse alguno de nuestros derechos se estaría incumpliendo la Ley General respectiva que tendría mucho más fuerza que una Ley de Discapacidad. ¿Y saben por qué?. Porque, además de todo lo dicho siguen asociando la discapacidad a asistencialismo (gasto del Erario Nacional). Una de las ventajas sería que es más expeditivo hacer agregados a una ley que crear una nueva.
Además, lo que hace que una Ley se cumpla es la voluntad política. Ya hemos tenido pomposas Leyes y Comisiones con el resultado que ustedes conocen.
Sólo se necesitaría una Ley específica para el CONADIS y a este se le debe encargar la emisión de un Compendio de Leyes de Discapacidad, entre otras cosas.
En resumen, mi propuesta (que sé va a originar muchas controversias) es la siguiente:
1. Todas las propuestas de mejoras o derechos especiales para nosotros deben ser incorporadas en las leyes respectivas, inclusive las de accesibilidad que serán incorporadas en el Reglamento de Edificaciones.
2. Ley de Conadis, quien será la encargada de hacer un Compendio de las Leyes que favorezcan a la PCD.
3. Solicitud al Congreso de la incorporación en la Constitución del término “Diversidad Humana”
Con ello obtendremos que nuestros derechos sean los derechos de todos y evitaríamos caer en algún tipo de discriminación y de presunciones.
Evidentemente aquí, también se requiere de “Voluntad política”, sobre todo para incorporar el concepto de Diversidad Humana, que será lo único que romperá las diferencias y discriminaciones entre los seres humanos.

jueves, 29 de septiembre de 2011

LA DISCAPACIDAD Y EL EMPLEO (Parte 1)


Abordar el problema del empleo para las personas con discapacidad implica conocer el problema del empleo de nuestro país. No existe un mercado de empleo para PCD y un mercado de empleo para los otros, por tanto la demanda de empleo tiene unos requerimientos únicos para ambos grupos.
Digo esto porque, mi experiencia, del conocimiento de la variedad de discapacidades que existen, puedo afirmar sin temor a equivocarme que la Persona con Discapacidad es capaz de realizar casi todos los trabajos, sino son todos.
Aceptado esto, podemos dar una mirada, de manera general, al problema del empleo en el Perú.
Dice el Banco Mundial (“Perú: En el umbral de una nueva era”, 2011) “En los últimos años, el crecimiento económico y la generación de empleo han aumentado considerablemente en el Perú”.
También dice: “Si bien se han registrado mejoras en el mercado laboral, hay evidencia de que la generación de empleo ha sido insuficiente y desigual, y los ingresos y la productividad laboral han crecido modestamente”
En los últimos años, nuestro país ha experimentado un crecimiento económico expectante que desgraciadamente no ido a la par del crecimiento del empleo. También es una característica que este crecimiento ha traído una gran disparidad en los niveles de ingreso.
Por otro lado el crecimiento mayor del Ingreso respecto del crecimiento del empleo implica que este no ha tenido un gran incremento de su productividad.
Pero, lo más importante es que, a pesar que existen personas desempleadas, las empresas tienen vacantes que no pueden ser cubiertas por ellas.
Este es el quid del problema: existe una gran diferencia entre lo que las empresas requieren y lo que las personas ofrecen. Por lo general, los menos favorecidos han sido los jóvenes, los de mayor edad y los no calificados, quienes tienen etapas largas de desempleo
Estos tiempos de globalización hace que los mercados se vuelvan más competitivos, por tanto, las empresas se encuentran en la búsqueda de personas con una productividad mayor, es decir, con características (Habilidades) específicas y desgraciadamente para el caso peruano, no se encuentra en las personas desempleadas.
Las habilidades que se buscan en la actualidad son de dos tipos: las genéricas y las técnicas.
Las primeras se dividen en cognitivas y no cognitivas (o blandas). Las primeras son las verbales, lectura y escritura, numéricas, capacidad de solucionar problemas. Las segundas (no cognitivas o blandas, son las socio-emocionales (autodisciplina, perseverancia, confiabilidad, trabajo en equipo). Ambas se cristalizan en lo que podemos llamar “aptitud escolar”.
Las habilidades técnicas son por ejemplo, las calificaciones técnicas, profesionales. Esta vendría a ser la “Aptitud laboral”.
Estas habilidades se van acumulando a lo largo de la vida. En algunos momentos, es determinante la heredad y la influencia del entorno.
Aquí podemos diferenciar cuatro etapas desde el punto de vista de la incidencia de las políticas públicas:
1. “Los primeros 1000 días” (La ventana de oportunidad nutricional), llamada así porque es clave la nutrición y la salud desde el embarazo hasta los dos años. Sobrevivirá el niño?, se enfermará con mucha frecuencia?, habrá experimentado un desarrollo adecuado de su cerebro que lo habilite en el aprendizaje en la escuela y a lo largo de su vida?. Las condiciones socio-económicas de la familia, el acceso a servicios básicos de calidad, conocimiento y prácticas de higiene y alimentación inciden directamente en esta etapa.
2. El Desarrollo infantil temprano (Aptitudes para la escuela). Sobre la base de un crecimiento adecuado del cerebro, la calidad del entorno de estimulación y aprendizaje en la infancia y en la edad pre-escolar consolida el desarrollo de la fase genérica (La plasticidad del cerebro disminuye con la edad). Las condiciones socio-económicas familiares, las prácticas de crianza y el acceso y la calidad de los servicios de desarrollo integral temprano incide que el niño tenga experiencias enriquecedoras que interactúen positivamente en el desarrollo de los circuitos cerebrales.
3. La escolarización básica (“Aptitudes para el aprendizaje continuo”), Las habilidades genéricas se consolidan durante esta etapa hasta los primeros años de la adultez. Las habilidades cognitivas se desarrollan hasta entrada la adolescencia y las habilidades socio-emocionales hasta entrada la adultez. Por tanto, la escolarización potencia esta capacidad a la vez que desarrolla conocimientos y herramientas para afrontar tareas. Situaciones y problemas nuevos. Nuevamente aquí incide la situación socio-económica, así como la calidad de las relaciones que el niño establece en su entorno inclusive familiar y social (incluye la escuela) y los diversos factores que influyen en la calidad educativa.
4. La educación y el aprendizaje continuo postsecundaria (Competencias para el trabajo). Sobre una base sólida de desarrollo de habilidades genéricas el desarrollo de habilidades laborales continúa con la educación terciaria, capacitación y aprendizaje en el trabajo a lo largo de la vida. Aquí depende mucho de la calidad y posibilidades de acceso a estos centros.(Banco Mundial- Obra citada)
Según un informe del MINTRA, los empleadores consideran que no hay personal competente o calificado. Profundizando, se refieren a la falta de habilidades socio-emocionales relacionadas con la ética de trabajo, la confiabilidad y otras cualidades como la capacidad de trabajo en equipo, persistencia, iniciativa y capacidad de adaptación.
Al evaluar la idoneidad, los empleadores se basan de manera abrumadora en las referencias personales e informes de antecedentes policiales, más que en el perfil educativo. De la misma manera le dan mayor peso a los años de experiencia que al nivel educativo.
En un análisis reciente, Fares y Puerto 2009, de 345 estudios de evaluación de programas de capacitación en 90 países, encuentra que en comparación con la formación únicamente en aula, los programas de capacitación de jóvenes tienen impactos positivos mucho mayores cuando se vinculan con la demandas de las empresas y se combinan con otros servicios de empleo como pasantías y apoyo en la búsqueda de trabajo.

Las habilidades cognitivas y socio-emocionales que les interesan a los empleadores y que influyen en su nivel salarial son: Amabilidad-Cooperación, Estabilidad emocional, Habilidad cognitiva general (matemáticas y lectura), Determinación-Perseverancia en el esfuerzo y Nivel educativo alcanzado.
La formación post-secundaria es la más rentable pero está sujeta a mucha variación por tipo de educación, institución y entre trabajadores.
El programa Projoven, que combina la formación en aula con pasantías, han mostrado un impacto positivo significativo.
La formación de habilidades técnicas y profesionales es la clave para aportar capital humano que requiere la economía para la adaptación e innovación tecnológica.
LA SITUACION DE LA FORMACION DEHABILIDADES EN EL PERU
1. El Perú tiene un bajo desempeño en el desarrollo de las habilidades cognitivas y socio-emocionales.
2. Este bajo desempeño empieza desde muy temprano en sus vidas.
3. Estas desventajas desde edad temprana constituyen un gran obstáculo para que ls niños lleguen a la escuela aptos para aprender.
4. La secuela del impacto de las desigualdades socio-económicas sobre el desarrollo de las habilidades genéricas también se observa en la persona adulta.

domingo, 12 de junio de 2011

MINUSVALIA DE INGRESOS Y MINUSVALIA DE CONVERSION


La discriminación que sufren las Personas con Discapacidad en el Perú se traduce en un desempleo con coeficientes preocupantes a pesar de la invisibilización -provocada para no obtener cifras alarmantes- y por ende un grave nivel de pobreza. Trabajos econométricos, pero, aún no publicados, han reflejado una fuerte correlación entre extrema pobreza y discapacidad, similar a los resultados obtenidos en muchos estudios de otros países.
Amartya Sen, premio Nobel de Economía 1998, define como Minusvalía de ingresos, a las mayores dificultades para obtener un empleo o para retenerlo o la de recibir menos compensación por su trabajo.
Sin embargo, existe otro factor más importante que él llama Minusvalía de Conversión, que se refiere a la desventaja que tiene la persona con discapacidad para realizar las mismas actividades que una persona sin discapacidad. Por ejemplo, para facilitar su movilización, una persona que ha adquirido una discapacidad, podría necesitar asistencia, o una prótesis, o ambas. Otro ejemplo sería el de las personas con discapacidad motriz y que requieren de una silla de ruedas para movilizarse. Ellos requieren obligatoriamente de un taxi para poder llevar su silla de ruedas. Es decir, adquiere una desventaja para convertir su dinero en buen vivir.
Estudios realizados por Kuklys en el Reino Unido, en el año 2004, encontró que el 17.9% de los individuos, viven en familias cuyos ingresos están por debajo de la línea de pobreza.
Apreciando a las familias que tienen en su seno una persona con discapacidad este grupo de individuos se incrementa a 23.1%. Este salto de 5 puntos refleja lo que hemos denominado Minusvalía de Ingresos.
Luego, hace un ejercicio adicional considerando la necesidad de más ingresos para aminorar las desventajas de la discapacidad. Los resultados son sorprendentes. La proporción de los individuos con algún componente discapacitado da un salto al 47.4%, es decir, estaba escondido un 20% de individuos que viven bajo la línea de pobreza.
Kuklys concluye diciendo que una cuarta parte es atribuida a la Minusvalía de Ingresos y las otras tres cuartas partes a la Minusvalía de Conversión.
Es por ello que se dice que una de las metas del milenio no se cumplirían, si en sus cálculos se incluyese el problema de la discapacidad. Pero, a la luz de los hechos, se demuestra que todavía estamos muy lejos de eliminar la pobreza en el mundo y que si realmente el objetivo fuese ese, se debería priorizar la situación de las Personas con Discapacidad.

miércoles, 25 de mayo de 2011

LA METAFORA DE LA INCLUSION Y LA CONTRADICCION



Por Horacio A. Luna Mercado (*)
Hoy me regalaron un trébol de cuatro hojas. Recién cortado. Como una promesa de buena suerte casi palpable.
Y pensé en cómo nos condiciona positivamente una situación poco común convertida, patrón cultural mediante, en un buen pronóstico; un buen presagio.
Nadie sabe a quién se le ocurrió la idea; ni desde cuándo creemos que los tréboles de cuatro hojas traigan suerte.
La cuestión es que todos creemos que los tréboles de cuatro hojas traen suerte.
Un patrón cultural es así. Lo incorporamos desde pequeños y, sin cuestionarlo ni averiguar su origen, lo vamos asumiendo, al tiempo que lo difundimos, hasta que forma parte de nuestras vidas.
Ahora bien. Un trébol de cuatro hojas no es algo común. Y si lo pensamos un poco, un trébol de cuatro hojas no merece llamarse trébol.
Los tréboles están genéticamente programados para tener tres hojas. Un trébol de cuatro hojas es un trébol que sufrió una alteración genética. Germinó con esa alteración y, lamentablemente, la lleva consigo toda su vida.
Y se le nota…
En nuestra especie, nacer con síndrome de down implica nacer con una alteración genética. Dicho de otra manera (que es casi la misma manera), una alteración genética es la que produce el síndrome de down.
Desde ese punto de vista podríamos decir, sin salirnos de la faz científica que el asunto tiene, que un trébol de cuatro hojas es -definitivamente- un trébol con síndrome de down.
A esta altura, cualquier lector/a desprevenido/a puede considerar arbitraria, inconducente, o al menos impertinente la comparación.
Dado que la cordura y las buenas formas no son lugares que acostumbro habitar, voy a continuar y a tratar de cerrar la idea; intentando justificar el título que aparece como poco claro (lo de la metáfora, la inclusión… y la contradicción).
Y pienso…
Si fuera un trébol de cuatro hojas crecería con mucho miedo. Miedo a que me vean, a que me descubran. Intentaría esconder (¡no sé cómo, siendo planta!) mi cuarta hoja. O acercarme, hasta quedar bien debajo, a un hermoso hermano-trébol-normal.
Porque, como todos sabemos, creemos y esperamos, un trébol de cuatro hojas trae suerte a quién lo encuentra; o a aquél al que se lo regalan.
Al único que no le trae buena suerte es al trébol de cuatro hojas. Porque es arrancado, cortado y guardado como un buen presagio.
Técnicamente diríamos que las expectativas de vida de un trébol de cuatro hojas están relacionadas en forma directamente proporcional a la posibilidad de que alguien lo encuentre, lo descubra. Cuando eso sucede, empieza nuestra posibilidad de tener suerte.
Y ahí termina la vida del trébol.
Un niño down también tiene su vida (al menos su calidad de vida) sujeta a la posibilidad de que alguien, además de sus padres, lo encuentre, lo descubra. Necesita que lo planten, lo rieguen y lo cuiden. Al revés del trébol, debe extender al máximo sus brazos y su alma para que alguien dé cuenta de él.
Y lo incluya.
No es una tarea sencilla. Porque siempre nos preguntamos si un niño down puede estar o no en algún lugar. Si logrará o no hacer tal o cual cosa.
A esta altura estoy en condiciones óptimas de pedirles que iniciemos una campaña masiva que conduzca a incorporar un nuevo patrón cultural. Pedirles que nos animemos a pensar (hasta convencernos) y a difundir (hasta que todos lo piensen), que los niños down traen suerte.
Para que, al encontrarnos con ellos (una situación simple y sencilla), se convierta, patrón cultural mediante, en un buen pronóstico, un buen presagio.
No sé si sería más lindo nuestro mundo. Sí sé que sería más lindo el mundo para estos niños.
Déjenme pensar, al menos, que sería más fácil incluirlos. Que no nos costaría tanto.
Porque acabo de demostrarles que un patrón cultural tiene la propiedad de cambiar, para bien o para mal, el medio en el que habitamos.
Déjenme creer que este mundo nuestro sería mejor.
Porque lo que creemos, pensamos y sentimos, determina la vida de los que nos rodean.
Por eso nuestro mundo puede ser mejor, más lindo.
Tan lindo como nacer vaca en la India. Y ser, patrón cultural mediante, sagrado para toda la vida…
(*) Supervisor escolar del nivel primario. Trabaja en Neuquén capital, su zona de supervisión es la VI y corresponde al oeste.
Publicado por EL ECO-ES COMUNICAR EN DISCAPACIDAD