Luego de más de un año, vuelvo a retomar este medio para comunicarme con ustedes.
Durante este tiempo he adquirido experiencia sobre discapacidad, teórica y práctica.
Desde mi modesto punto de vista, el avance sobre discapacidad ha sido muy lento.
El conocimiento de la discapacidad es tan informal, que sólo nos sirve de propaganda, pero de beneficio, nada.
He podido comprobar que muchas autoridades que trabajan el tema de discapacidad, en realidad, no lo conocen. Ni siquiera nuestras autoridades gremiales tienen un conocimiento razonable de la discapacidad.
Pido la contribución de las Universidades en el aporte científico y seriedad que necesita este tema.

viernes, 10 de diciembre de 2010

EL DESARROLLO SOSTENIBLE, UN TEMA DE MODA (Parte I)


"Es la justicia y no la caridad lo que hace falta en el mundo", escribía Mary Wollstonecraft...; así comenzaba Amartya Sen su libro "Desarrollo Humano Sostenible: Conceptos y prioridades.

El Desarrollo sostenible es un tema de moda que interesa a todos y que Amartya Sen le impone su sello particular y como siempre interesante. Dada la extensión del documento vamos a hacer una abstracción tratando de ser lo más fieles posibles al texto original.
La única base sostenible posible de un orden social justo es la igualdad en términos de respeto y de preocupaciones. Las nociones de derecho que fuertemente han conmovido al mundo, han ignorado las libertades de grupos particulares.
La preocupación cada vez mayor por un "desarrollo sostenible" refleja la creencia básica de que los intereses de las generaciones futuras deben recibir el mismo tipo de atención que los de las generaciones presentes.
La demanda de "sostenibilidad" es, de hecho, un reflejo particular de la universalidad de las reivindicaciones, aplicadas, en este caso, a las generaciones futuras.
Pero el universalismo no quiere decir que, en nuestro afán de proteger las generaciones futuras, debamos ignorar las reivindicaciones urgentes de los menos privilegiados de hoy. Aceptar esta necesidad de integración es parte del espíritu del "enfoque de desarrollo humano" aplicado al progreso social y económico.
Las posibilidades de la gente del futuro deben ser respetadas de la misma manera que las oportunidades de las generaciones presentes. El universalismo aplicado al reconocimiento de las reivindicaciones de todo el mundo, es el hilo común que une las demandas de desarrollo humano de hoy con las exigencias de preservación del medio ambiente del futuro.
Priorizar la protección del medio ambiente es la imperativa ética de garantizar que las generaciones futuras disfruten de las mismas oportunidades de vivir vidas que valgan la pena que las generaciones de hoy. Pero la meta de sostenibilidad, que se reconoce cada vez más como legítima, no tendría mucho sentido si las oportunidades de vida que deben ser "sostenidas" en el futuro fuesen miserables e indigentes. Sostener la privación no puede ser una meta.
Sin embargo mucha gente sigue sufriendo de la ausencia de oportunidades fundamentales para vivir vidas decentes y satisfacientes. La alta incidencia de mortalidad prematura, enfermedad, desnutrición, analfabetismo, pobreza, inseguridad, y otras formas de privación apuntan hacia el fracaso del mundo moderno en su intento de poner las capacidades más básicas a la disposición de todos. Un recién nacido puede verse condenado a una vida extremadamente breve o a una miseria intensa si nace en la "clase equivocada", e en el "país equivocado" o con el "sexo equivocado".

El universalismo es en esencia una demanda elemental de imparcialidad, tanto entre generaciones como dentro de ellas. Ser universalista es reconocer que todos tenemos el mismo derecho a la capacidad básica de vivir vidas que valgan la pena.
La promoción del desarrollo humano en el mundo de hoy debe complementarse con salvaguardas para que sus frutos estén disponibles en el futuro.
El valor moral de sostener lo que tenemos ahora depende de la calidad de lo que tengamos.
La perspectiva del desarrollo humano nos conduce directamente al reconocimiento de que se necesita un esfuerzo internacional activo a fin de preservar la calidad del medio ambiente en que vivimos. Pero, esta protección de las oportunidades futuras se debe llevar a cabo sin que se abandone el esfuerzo hacia una aceleración tanto del desarrollo humano como de la eliminación generalizada de la privación de las capacidades humanas básicas que caracteriza el mundo desigual e injusto en el que vivimos.
El principio básico subyacente es el universalismo, y tal como lo notó Mary Wollstonecraft, el concepto clave es la justicia y no la caridad.

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