Luego de más de un año, vuelvo a retomar este medio para comunicarme con ustedes.
Durante este tiempo he adquirido experiencia sobre discapacidad, teórica y práctica.
Desde mi modesto punto de vista, el avance sobre discapacidad ha sido muy lento.
El conocimiento de la discapacidad es tan informal, que sólo nos sirve de propaganda, pero de beneficio, nada.
He podido comprobar que muchas autoridades que trabajan el tema de discapacidad, en realidad, no lo conocen. Ni siquiera nuestras autoridades gremiales tienen un conocimiento razonable de la discapacidad.
Pido la contribución de las Universidades en el aporte científico y seriedad que necesita este tema.

viernes, 30 de abril de 2010

LAS "LEYES" DE DISCAPACIDAD

Cuando era niño (hace muchos años) creía que las leyes habían sido hechas para cumplirlas, pero a la vejez he empezado a dudar.
La Real Academia de la Lengua, define la palabra ley, como el “Precepto dictado por la autoridad competente, en que se manda o prohíbe algo en consonancia con la justicia y para el bien de los gobernados”.
Estas leyes contendrán las disposiciones por las cuales, los ciudadanos del país, poseerán derechos y obligaciones frente al Estado.
Tomando en cuenta estas acepciones no comprendo porque las leyes sobre discapacidad no se cumplen. Además, no sabía que existían leyes dadas por un gobierno (encargado de hacer cumplir las leyes) para castigar el incumplimiento de estas por parte del mismo gobierno. Tal vez sea que nuestros políticos se encuentran en un nivel muy avanzado respecto de los demás mortales.
El asunto es que las leyes se dan dentro del marco de la política y esta se define como “la actividad humana que tiende a gobernar o dirigir la acción del Estado en beneficio de la sociedad”. Pero también se dice que: “Es el proceso orientado ideológicamente hacia la toma de decisiones para la consecución de los objetivos de un grupo”. (ver Wikipedia).
Evidentemente, la solución a nuestra situación no se encuentra entre los objetivos del gobierno de turno, porque por un lado, no representamos una fuerza capaz de interesarles políticamente, a pesar de representar aproximadamente al 10 % de la población e involucrar, por lo menos a un 20% (esto se debe a que no estamos unidos) y por otro lado, no “representar” un grupo económicamente interesante. Lo ponemos entre comillas porque existe un estudio que menciona que el Perú pierde alrededor de 3,000 millones de dólares al año en productividad por la exclusión al trabajo de las personas con discapacidad.
Entonces, es notorio que no es cuestión de leyes, a pesar de estar de acuerdo que la vigente es malísima, sino de VOLUNTADES Y FALTA DE CONOCIMIENTO.

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