A lo largo de la historia se han implementado diferentes modelos de desarrollo, obteniéndose resultados diversos, pero, generando un problema de desigualdad, que sobre todo en América Latina, por sus antecedentes históricos, fue agravándose tanto, al punto de convertirse en un gran problema latente.
En Europa, desde hace tres décadas, aproximadamente, se vienen implementando políticas para combatir la exclusión social, con magníficos resultados.
Esta exclusión social, proviene sobre todo, de antecedentes estructurales que incluyen la globalización y el fortalecimiento de la democracia.
Un trabajador más calificado obtendrá mejores salarios que uno menos calificado. Estas diferencias salariales y de ingreso se reflejarán, también, a niveles regionales, como causas o consecuencias de la exclusión.
Como hemos comentado, en América Latina, este problema es muy grave, dado que las políticas de desarrollo que se implementaron sólo generaron mayores desigualdades, quizás, porque medían el desarrollo por resultados generales o promedios, sin preocuparse de la maximización de la productividad y de la evolución de cada ser humano.
Como dijo Amartya Kumar Sen, premio Nobel de Economía, 1998: “El desarrollo no es sólo el aumento del ingreso per-cápita o la modernización, o la nueva tecnología, esas son cosas importantes, pero no son importantes por su propio fin, son importantes porque transforman la vida humana”.
Dijo también: “Un país está tranquilo, cuando su economía es próspera y solvente. ¿Pero quiénes son los responsables para que todo funcione? Por un lado está el Gobierno que debe administrar el ingreso bruto, para generar empleo junto al sector privado y para implementar políticas que orienten un buen desarrollo económico y social. Por otro lado están las personas, que en este ámbito se convierten en trabajadores, empresarios y consumidores.
El trabajo es más que un medio de subsistencia, es un medio de realización de la vida personal”.
El Perú, como todo país en desarrollo, colmado de limitaciones y problemas, no escapa a esta realidad Latinoamericana.
Desde la época de la conquista a la actualidad, como resultado de procesos sociales y culturales, ha persistido una dicotomía. Un grupo poseedor del capital y con acceso a la modernidad y otro pobre y atrasado con grandes dosis de miseria.
Tenemos un territorio muy amplio con diferentes climas y accidentes geográficos, que a la vez que nos dan ciertas ventajas (turismo, variedad de flora y fauna, etc.) nos generan una serie de inconvenientes como el de la comunicación, justificación de inversiones, etc. Esto junto a otras deficiencias nos originan ciertos problemas, que hasta el momento han resultado insolubles por las políticas de desarrollo vigentes. No toda nuestra población tiene acceso al mercado, a la educación, salud, a la nueva tecnología, etc.
Hay sectores de nuestra población que no pueden obtener un empleo digno porque no tienen la capacitación suficiente para ingresar al mercado, y esto es consecuencia de no haber podido obtener un trabajo digno. Se vuelve un círculo vicioso, que trae adicionalmente otros problemas. Claro está que también existen otros problemas como la discriminación racial, social, de opción sexual, por el VIH, religiosa, por ejemplo.
Dentro de estos grupos se encuentra el de las Personas con Discapacidad, con características bastante disímiles de los demás grupos.
Representa un 10% de la población, aproximadamente e involucra, por lo menos, al 20%. Un grupo bastante representativo, que sin embargo, no hace sentir sus necesidades por la falta de concientización, individualización y mucha displicencia, propia de las Personas con Discapacidad, explicadas por la forma como los trató la Sociedad, en su conjunto.
Sin embargo, la necesidad de aminorar estas diferencias e incrementar la productividad ha llevado a los gobiernos a adoptar esta nueva propuesta..
Recordaron los Economistas que la importancia de la Economía no está en conseguir índices máximos, sino en conseguir el máximo de bienestar para la población, sin exclusiones.
Amartya Sen desenmascara medias verdades con su enfoque de Libertad Positiva, que es la capacidad de una persona de ser o de hacer algo y la Libertad Negativa, que es simplemente la no interferencia.
No existe verdadera libertad de elección, mientras no exista acceso vial y transporte al centro de votación, por ejemplo, de la misma manera que no hay acceso al trabajo para las PCD mientras existan barreras arquitectónicas que impidan o dificulten su circulación.
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Foto: Amartya Kumar Sen
* Tomado de "La Problemática de la Inclusión Laboral" de Carlos A. Poma, 2010
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