Luego de más de un año, vuelvo a retomar este medio para comunicarme con ustedes.
Durante este tiempo he adquirido experiencia sobre discapacidad, teórica y práctica.
Desde mi modesto punto de vista, el avance sobre discapacidad ha sido muy lento.
El conocimiento de la discapacidad es tan informal, que sólo nos sirve de propaganda, pero de beneficio, nada.
He podido comprobar que muchas autoridades que trabajan el tema de discapacidad, en realidad, no lo conocen. Ni siquiera nuestras autoridades gremiales tienen un conocimiento razonable de la discapacidad.
Pido la contribución de las Universidades en el aporte científico y seriedad que necesita este tema.

sábado, 29 de mayo de 2010

MAS DE CONADIS


He leído con detenimiento el artículo del amigo Rodolfo Aguilar y me parece muy interesante.
Hay algo que deja entre líneas que me gustaría decirlo con todas sus letras. Desde mi punto de vista, y disculpen que vuelva a insistir, el problema es de VOLUNTAD. Para el gobierno no representamos una facción importante política ni económicamente como para que nos tomen en cuenta y sólo promulgan leyes para cubrir exigencias de parte del exterior (una de las condiciones para la firma del TLC fue la firma de la Convención de los Derechos de la Persona con Discapacidad).
Es verdad que la Ley 27050 es pésima, la Ley de Sanciones absurda (en qué lugar el Estado se sanciona así mismo por incumplir leyes dadas por ellos) y el CONADIS no cumple los requerimientos de las PCD. Pregunto, ¿Quién mutiló la Secretaría Ejecutiva? ¿Quién asignó partidas ridículas a CONADIS? ¿quién conformó el Consejo Nacional con una gran mayoría de representación del gobierno?. Fue EL GOBIERNO.
Además, habiendo tantos de sus representantes, no han podido cumplir con la ley de transparencia para saber si se ha cumplido la cuota del 3% de PCD en el Estado, por ejemplo. Y no es cuestión de ofrecer trabajos de venta de caramelos, ascensoristas, portapliegos, etc., que si bien todos ellos son honorables y dignos, también es cierto que se está ESTIGMATIZANDO y esto va contra la política de Inclusión.
Para colmo, gente que se autodenomina representantes de las PCD (¿a cuántos representan?) se enfrascan en líos por el poder y los emolumentos, mientras las PCD son burladas por el Gobierno de turno. Se asocian a ONG’s interesadas en cambiar una Ley por otra peor, no se con qué propósito como bien lo dice el amigo Aguilar. Mentira. Sí lo sabemos, hay grupos ”previsores” que ya están buscando un lugar o afincarse en el que ya tienen, para más adelante, sacar ventajas políticas y económicas, sin importarles que este proyecto de ley más parezca una burda copia de la Convención, la Constitución y la Ley vigente, sin siquiera haber eliminado los errores que esta última tiene.
Es imprescindible una inscripción de las PCD a través de la RENIEC y que se inscriba la condición en el DNI, unas elecciones a nivel nacional controladas por la ONPE y un CONADIS (con la autonomía suficiente para relacionarse a la par con los Ministerios) con participación mayoritaria de las PCD o sus familiares.
Otro asunto, en pleno siglo XXI, donde todos hablan de INCLUSION, cómo es posible que exista un Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social (privilegiando a un sector sobre los otros).

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